domingo, 14 de marzo de 2010

Capítulo 9.- De La Ira y Sus Cárceles

El paciente entra agitado, saluda cortante, viene impecablemente vestido, Ella le indica con la mano un sillón, se sientan y Ella le dice …dígame ¿en qué le puedo servir?,,, él dice …primero quiero aclararle que yo no creo en el psicoanálisis,,, Ella no se inmuta, piensa lo que sabe, las personas más violentas son paradójicamente las más asustadas, así está organizada la personalidad, el despliegue paranoide se sostiene en esta ecuación, y le dice solamente …¿y?,,, y guarda silencio.
Él está esperando un debate un conflicto, una confrontación, entonces dice …vengo porque me siento mal, bueno es algo muy sencillo, realmente mi vida es perfecta, soy un hombre exitoso, tengo mi empresa, mi familia, mi mujer y mis tres hijos, tengo una situación muy desahogada, pero lo que necesito que me quite es simple, aunque es un asunto menor, todos los días, cuando voy camino a mi empresa, siempre y sin excepción, tengo que planear cuidadosamente, y cada día de manera distinta, detallada y más perfecta, cómo podría matar a mis tres hijos sin que sufran, pero fuera de eso, todo es perfecto trabajo bien, cumplo con todo,,, Ella escucha atenta y simultáneamente inicia los procesos que le permitan llegar a un diagnóstico, para decidir si es un caso para tratarlo en el consultorio o para el hospital, va reconociendo los fenómenos que organizan esa personalidad, se pregunta formulando hipótesis ¿qué pesa más en su personalidad la obsesividad o la paranoia?, se pregunta si el paciente tiene una estructura psicótica o si es un caso fronterizo, pero la conclusión a la que sí llega es que es un caso sumamente grave … además hago deporte, mi alimentación es balanceada, yo superviso las compras del supermercado, mi mujer no sabe elegir los productos así que todos los domingos yo voy al supermercado y paso al mercado también,,, La defensa misógina que configura es ritual y persistente, debe haber tenido una figura de autoridad infantil inflexible, el complejo de castración está al rojo vivo, la angustia es reinante.
Ella conoce esos seres inflexibles, resuenan como una ráfaga veloz dos recuerdos, uno, precisamente durante la comida en Guanajuato, Ella tenía cuatro años, su mamá empezó a gritar, Ella estaba acostumbrada a que eso pasara, mamá hace escándalos y papá trata de calmarla cediendo en lo que hubiera menester para restablecer la calma en la casa, pero ese día las cosas fueron distintas, mamá empezó a aventar cosas y de pronto ella misa se azotaba contra las paredes, su cara sangraba, agitadamente y entre gritos, se mordía los brazos y amenazaba con matarse, su papá tuvo que retenerla con sus brazos, Ella lloraba quedito, escondida tras una silla, mirando entre los barrotes, vio como papá le hablaba amoroso y luego rudo ordenando que se callara pero mamá no hacía caso, entonces él arrancó la cortina más cercana y con ella, la envolvió amarrándola, y se veía como un animal atrapado seguía gritando más bien gimiendo pujando tratando de deshacerse de la opresión, y también seguía maldiciendo a gritos, él se la llevó hablándole bonito y fuerte, “ ¡es por tu bien, entiende, nadie está tratando de hacerte daño, cariño entiende¡” así se la llevó al hospital, fue por eso que le dijeron que vendría su abuela de España y vino a cuidar a los niños, a atender la casa, así empezaron los seis meses más felices de su infancia. El otro recuerdo de los seres inflexibles, sucedió aquel día en el que la mujer de los ojos de vaca gritaba desbocada, como nunca la había escuchado, la vociferación suena en la bóvedas, en los jardines, en todos los espacios, parece que le fueran a arrancarle la vida, Ella corre, la busca, otras niñas se esconden, Ella se arremanga el jergón de tela áspera y ruda, que tiene por vestido y corre por los pisos saltando las grecas, brincando colores y formas, pero ahora tiene prisa, las salta rítmicamente, cantando una cancioncita azul y verde, ya conoce las figuras y la acompañan en su recorrido con sus ritmos de colores y de claro oscuros, vuela, baja, entra al salón principal, el más fastuoso de todos, lo cruza y con sus pasos sigue los gritos, se detiene ante a un biombo de ensortijados trazos en madera blanca, que le permite divisar, a través de sus aberturas el otro lado, en la siguiente habitación, ahora no solo escucha también ve a la mujer de ojos de vaca que gesticula tintineando sus pulseras manoteando, desgañitándose, llorando, sus ojos pintados escurren, ahora se ve como de demonio, los gritos, los ademanes se los dirige a un hombre que está parado frente a ella, es un hombre enorme, cuya cabeza está cubierta por un gran turbante blanco, está vestido con una túnica inmensa, bordada con hilos de plata, el hombre repite la misma frase y cada vez la dice más suavemente, acompaña su frase con un ademán firme de su mano derecha y se detiene siempre en el mismo lugar, moviendo su larga manga, deja en el aire brillitos plateados, él está de espaldas al biombo así que Ella no puede ver la cara, pero lo escucha decir esa frase con una voz sonora y masculina, le recuerda a su papá, y piensa debe ser el papá de alguna niña, y simplemente asume, los papás son buenos y calman a las mamás, aunque las palabras que enuncian esos seres aun le son indescifrables, no entiende nada de lo que están diciendo, fue apenas unos meses después de esa escena, que pudo entenderlo todo o casi todo, así son los niños, descifran el mundo con avidez, Ella en particular tiene necesidad de descifrar esta tierra que la acoge, que la aprisiona, ella sabe descifrar cosas complicadas, como cuando venía saliendo de Casa Blanca y viajando hacia Marraquech en el tren con sus papás, Ella se recostó sobre el piso sentía en su pancita, la vibración de las ruedas sobre las vías, los saltos de las uniones de los rieles, el ritmo monótono de esos chirridos y vibraciones, no impedía que sus trazos fueran precisos, perfectos, sabia cuando levantar su crayola y esperar a que pasara la vibración, suspendiendo el trazo e iniciar de nuevo, estaba muy concentrada combinando colores con sonidos ferroviarios y saltos en su pancita, iluminaba con sus crayolas unas flores amarillas con las orillas naranjas y unos pájaros azules que volaban en el fondo, el sonido del tren de pronto cambió, lo sintió en su cuerpo, se escucharon los frenos, mantuvo su crayola volando, sintió que una fuerza enorme la empujaba, el tren se estaba detenido intempestivamente, rodó por el piso con fuerza y se detuvo cuando choco con el muro quedando bajo el banco donde estaba sentado su papá, cuando el tren se detuvo definitivamente él se hincó en el piso, agacho su cabeza bajo el banco para contemplarla ahí arrinconada por la inercia y le preguntó … ¡te fuiste hasta el fondo ¿te lastimaste hijita linda?,,, . .., conteniendo su llanto dijo …no papá,,, la sacó con una sola mano, le acomodó con cariño la falda, la puso de pie sobre el banco junto a la ventana, recogió los dibujos, las crayolas todo lo puso en la banca, el se asomó al pasillo, se escuchaban muchos gritos en francés, su papá preguntaba, se indignaba, Ella no entiende lo que dicen, pero habiendo sentido la mano de su padre sosteniendo su cuerpecito, habiéndola dejado de pie sobre la banca, ella no se alarma, se siente protegida, se asoma por la ventana abierta, saca su carita para explorar el paisaje, ve a lo lejos pasar cruzando el cielo una parvada enorme, cuando sus ojos recorren el paisaje, percibe que la tierra se mueve, como si fuera el lomo del mar, como cuando hierven los frijoles, pero rápidamente descifró que era lo que estaba sucediendo, sus ojos logran comprender el paisaje, distingue que es una inmensa manada de camellos que rodean el tren, hacen un ruido que ella no conocía, levantaban sus caras y se empujaban unos a otros, tienen los labios cortados a la mitad y los ojos enormes y muy peluditos, al comparar los gritos de descontento dentro del tren y los rugidos de los camellos concluyó que los camellos estaban de mal humor también, la mayor parte de los animales que se amontonaban bajo su ventanilla eran cafés y Ella trae aun en la mano la crayola café, mas lejos distinguió a unos camellos blancos, a otros pintos como las vacas de Guanajuato, los camellos se empujaban unos a otros, las personas en el tren y los camellos afuera todos estaban de mal humor, los mira y señalándolos con su crayola trata de contarlos …uno, dos, tres, cuatro, cinco,,, pero las jorobas y las cabezas moviéndose, apareciendo y desapareciendo la confunden, fue entonces que uno de los camellos le escupió en la cara, el olor de esas babas era asqueroso, se metió inmediatamente buscando algún testigo, algún apoyo, no se atrevía a gritar porque temía que ese espumarajo asqueroso se le metiera en la boca, pero todos los pasajeros estaban envueltos en su indignación por el percance, así que con su faldita se limpió la cara, se limpio muy bien, sus ojos encontraron los dibujos, decidió tirarse de nuevo debajo de la banca así de panza en el piso a seguir su colorido dibujo.

Ella lo escucha , y observa cómo mientras habla se acomoda los puños, el cuello, la corbata, se revisa los zapatos, y le comenta …Es un hombre con muchas responsabilidades eso debe ser muy cansado y ¿cómo es eso de que planea matar a sus hijos?,,, Y él dice …no realmente todo lo hago bien y fácilmente, y en relación a matar a mis hijos, pues todas las mañanas cuando voy camino a mi oficina, a mi empresa, que es muy exitosa y yo la he levantado desde la primera idea, desde el primer cliente, además es exitosa porque dedico mis días a diseñar mejores estrategias de venta y de calidad,,, el paciente se altera y subiendo el tono de su voz dice … ¡!yo lo sé!!, pero no le he contado de mi socio, sé que él pretende despojarme pero me protejo, no dejo nada al azar, nada a la casualidad, lo controlo todo,,, el paciente habla describe meticulosamente los procesos de administración y de producción, Ella ha decidido no pasarlo al diván y trabajar de frente porque lo percibe desestructurado, y al borde de una crisis, durante las siguientes nueve sesiones no menciona ni un a solo pensamiento en torno al obsesivo proceso de planear como matar a sus hijos, Ella tampoco aborda más el tema, porque sabe que él está hablando precisamente de ese asunto, de cómo y por qué se ha organizado ese síntoma …doctora mi mamá ha sido siempre una mujer intachable, buena, es mi hermana la que no la quiere, porque dice que se hacía a un lado cuando mi papá nos castigaba,,,, …¿los castigaba?,,, … si a mi papá le gustaba comprar la ropa para todos, él hacia las compras de la casa y me compraba zapatos que no eran de mi talla siempre chicos, se lo decíamos yo y mi mamá, me dolían mucho los pies, me sangraban, pero los debía usar hasta que se acabaran, además si cometía alguna falta a las reglas de la casa, que eran muchísimas, me encerraba durante días en el desván, vivíamos en Chimalistac en esa época había pocas casas, había borregos, ríos,,, Ella, con una frase breve, lo obliga a regresar a los códigos que se le imponían en la infancia, estos son datos fundamentales para comprender cómo está configurado su mudo interno, cómo es ese castigador introyectado, que se actualiza diariamente, que lo encarna, que lo representa, cómo es ese monstruo que acosa al niño, por eso interrumpiendo la asociación y reorientándola, pregunta …¿reglas de la casa?,,, … era en el ático donde me encerraba, sí las reglas como: que yo no debía mirarlo cuando me hablaba o si no contestaba rápido cuando me preguntaba algo, o hablar cuando no me preguntara o que tuviera alguna iniciativa, y muchas veces no logré entender por qué me castigaba, yo sé que él pensaba que lo hacía por mi bien, mi mamá a escondidas a veces lograba , pasarme algo de comer, hasta que mi papá decidió mover su escritorio, pero entonces yo ya sabía que mi mamá, había subido al desván cuando yo no estaba castigado, es decir, entre un castigo y otro, lo hacía a escondidas y dejaba ahí debajo de unos cojines una cestita con una manzana o una barra de chocolate o de amaranto con miel, alguna paletita, porque a veces eran muchas horas sin alimento, ¡ah mi hermana siempre me dice que mis papás estaban locos, que nos hicieron mucho daño y que a mí más!, pero si me hubieran hecho tanto daño yo no sería un hombre rico,,, Ella acota …para ese niñito, sobrevivir al dolor y los gestos sádicos ha sido un gran logro,,, el paciente asiente, escucha la voz que resuena reconociendo emociones que no se ha atrevido a tocar, y se dice a sí mismo, de nuevo, no estoy loco, sí era difícil, y sigue …sí, mi papá me encerraba, él movió su escritorio, lo puso en un lugar desde el que podía vigilar la salida de las escaleras del desván, para que no me saliera y para que mi mamá no subiera, el trabajaba siempre, yo creo que nos convirtió al catolicismo también porque dejar de trabajar durante el Sabbat lo hacía sufrir, aunque el motivo principal fue para protegernos, decía que “en cualquier momento las cosas se pueden poner del color de las hormigas”, se sentaba ante su escritorio, cualquier día, era su lugar, daba cursos por correspondencia de apicultura, así que trabajaba en la casa casi no salía, el limpiaba su escritorio siempre, se acabo la madera de la cubierta porque al iniciar en la mañana y cuando se levantaba a comer, cenar o a dormir, incluso en cuanto terminaba un documento, una carta, quitaba todo de encima, lo limpiaba con fuerza, tenía una serie de trapos en una cajita de cartón y los utilizaba en un cierto orden muy bien pensado, la madera del escritorio se había hecho suave como la piel de un gato, papá siempre fue meticuloso y volvía a poner todo en el lugar exacto, yo ahora lo entiendo bien porque a mí también me guasta ser muy ordenado, y en particular no me gusta que nadie limpie mi baño, mi mujer se encarga de todo lo demás, pero a mí me gusta limpiar mi baño y solamente yo lo uso, recuerdo que al escritorio de mi papá le desgasto tanto la cubierta que hubo que ponerle una nueva y barnizarlo, él vigiló todo el proceso, nos lo explicaba cuando se iba el ebanista, describía cómo lo observaba trabajar porque decía “al ojo del amo engorda el caballo” ese escritorio fue un mueble muy importante para él a veces simplemente se sentaba ahí, le hacía sentir que tenía todo bajo control, ahí tenía todo su correspondencia, y el dinero de la casa sus documentos del banco, lo importante, y sí para mi papá el dinero es fundamental, bueno ahora ya está muy viejo y no entiende nada, en el desván donde me encerraban había una ventanita alta así que yo amontonaba bajo la ventana, madera, cajas y cobijas lo que hubiera, me trepaba ahí y podía ver, en un pastizal cercano, a un grupo de vacas pastando y borregos, les contaba las patas, las manchas, una y otra vez,,, Ella matiza …claro contar las patas de las vacas, sirve para dos cosas: para no sentir y para saber contar y, sí contar sirve para no sentir miedo, ni dolor, es un magnífico recurso, también vigilar sirve para no sentir, como lo hacía papá, como lo hace usted ahora con su socio y sus empleados,,, él asiente en silencio, aunque parece una cortesía en realidad es una verdadera introspección, y explora más hondo aun …cuando me asomaba por la ventanita del desván tenía que estirarme y pararme de puntitas con los zapatos que me dolían , no me los podía quitar, todo el tiempo me dolía, yo quería quitármelos, yo quería que las cosas fueran distintas pero en ese tiempo no podía imaginarme un mundo distinto, eso era todo,,, …como tu pequeño campo de concentración,,, …bueno mi papá nació en un campo de concentración,,,, Ella se sorprende la metáfora resulta de alta resonancia el paciente sigue asociando …incluso tiene su número en el brazo, era como una prisión, cuando mis abuelos tenían uno o dos meses de casados los prendieron, los separaron y los metieron a campos distintos, casi no me han contado nada de ese tiempo,,, Ella comenta …para qué te lo contaban mejor te lo escenificaron, tú fuiste el prisionero,,, El paciente contesta rápido como ensordeciéndose …! si verdad!, lo único que supimos es que mi abuela tenía diez y seis años y que ella fue la que sufrió más de los dos, a ella la detuvieron junto con sus hermanas, mi abuela era la más chiquita de sus hermanas, ella me dijo que era la fea, las demás eran hermosas, muy simpáticas y sabían cantar, mi abuela siempre fue tímida, discreta, cocinaba muy bien, se las llevaron a todas juntas y sólo sobrevivió ella,,, …Parece que el exhibicionismo de tus tías abuelas no les resultó buena estrategia para sobrevivir y sin embargo el tesón, la discreción y sazón de tu abuela le salvaron la vida,,, Silencio largo ...y mi abuelo por qué habrá sobrevivido, a él lo llevaron a otro campo de concentración de hombres, no estaban lejos pero los separaron, eran muy jovencitos,,, … si y también lo importante es saber, y tú por qué sobreviviste, muy bien ya terminamos nos vemos el próximo lunes a las siete. Se pone de pie y dice …me gustaría buscar las tumbas de mis tías abuelas,,, Ella se queda pensando en el enorme sentido que tiene buscar en el pasado, esclarecer la historia, desentrañar los pasos, cierra la puerta y contempla la fotografía de la puerta de azul, piensa somos seres de regresos, de circularidades que nos descifran el laberinto de nuestras vidas, la circularidad la hace pensar en Borges y relee el cuento de las Ruinas Circulares, siempre que lee a Borges se enamora de él. Y se le queda resonando las frases, propósitos sobrenaturales, y ser el sueño de otro.

La mujer gorda ha estado gritando descompuesta, frente a ese hombre inmenso coronado con turbante blanco, sereno, que la escucha sin modificar su frase, ella que parecía que iba a enloquecer, fue mutando su tono y sus ademanes hasta que aparecieron de nuevo sus ojos de vaca, fue bajando la voz, dejaron de tintinear sus pulseras, los argumentos se hicieron de una sonoridad intima, él repitió de nuevo esa frase, y la mujer de ojos de vaca la repitió también, así terminó esa terrible discusión, aunque la aparente derrota le pareció un simulacro, de cualquier modo, que los tonos bajaran le devolvió a su corazón el ritmo pausado, Ella no se imaginaba que el motivo de la discusión era precisamente su futuro, su destino. Fue a partir de ese día que hubo algunos cambios en la vida, siguió por algún tiempo en su pequeño cuarto pero le entregaron hojas de papel, y los instrumentos fundamentales del calígrafo árabe: el cálamo que es la pluma de caña, el cuchillo para afilar el cálamo, la tinta fabricada a partir de lana quemada y goma arábiga, el tintero con una tapita de cristal y plata, un trocito de seda para manchar el cálamo con tinta y un libro hecho a mano con una caligrafía exquisita, Ella por primera vez se atrevió a pensar que, aquellos trazos que había realizado copiando la cenefa, eran los responsables de estos regalos, sintió gratitud pero sobre todo, sintió el impulso de complacer a quién apreciaba su destreza, así que se dispuso a copiar, con meticulosidad, con extremo cuidado y pulcritud, perdiendo temporalmente la frescura de sus trazos, no había quien la guiara en las posiciones que debía adoptar para manejar esos instrumentos y lograr que los trazos fueran acertados, se sentó en el piso cruzando sus piernas en flor de loto como la habían enseñado, en el jardín de niños, en Guanajuato su la clase de canto, y a modo de apoyo utilizó su rodilla izquierda permitiéndole así a la mano derecha libertad de trazo y espacio para moverse, cada movimiento de sus manos de su cuerpo, el cuidado al impregnar con la seda empapada en tinta la punta del cálamo, lo hace pensando siempre en ese espectador invisible, ese fantasma, esa quimera a la que le entregará esos delineados, Ella lo imagina, lo piensa exigente, perfecto y generoso, presente y ausente, la acompaña profundamente. Aunque un día apareció esa presencia y pudo agradecerle que hubiera modificado su destino, nunca la realidad logró sustituir completamente a ese acompañante guía que había creado para sí, hecho con todos los retazos de lo mejor de sus padres y de su abuela, que le dio propósito, que la guiaba y lo vivía como una presencia sobrenatural.
El paciente toca el timbre media hora antes de su cita, pasa pero debe esperar en la antesala, al pasar la media hora se abre la puerta del consultorio y Ella le dice pase, él entra diciendo …buenos días, perdón, se me hizo temprano,,, se recuesta viene impecablemente vestido, Ella adivina la transferencia amorosa, la resistencia lo hace llegar temprano, pero logró vencer sus miedos y ahí está asociando, ya para terminar la sesión, de pronto interrumpe su asociación y dice …desde hace semanas estoy dándole vueltas a un tema , y pienso, “se lo voy a decir a la doctora” y siempre se me olvida, pero hoy no, quiero decirle que pienso en usted todo el día, todos los días, que no sé qué hacer con esto,,, de pronto se calla, espera una respuesta, se siente frágil, expuesto, descansa, desahogó la tormenta, ahora está afuera ahí, Ella le dice …es normal que surjan emociones amorosas, este es un proceso íntimo, profundo, no tiene porque asustarlo, esto es entre dos seres humanos, estamos aquí para analizar su mundo interno, que hay más íntimo que eso, es natural que aparezcan emociones cariñosas,,,
El paciente descansa, se siente valiente, liberado, aunque la emoción amorosa es enorme y modula su discurso, tratando de sorprender, tratando de ser el mejor paciente, de ser interesante, Ella lo sabe, es por eso que en este tiempo las interpretaciones son particularmente cuidadosas, el enamoramiento transferencial, es un pasaje delicado, que hay que acompañar ese tránsito, con ética impecable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario