domingo, 14 de marzo de 2010

Capítulo 17.- De Las Horas Con Brisa y Rayos de Sol

Fue mirando dunas y dando pasos en ese aterciopelado paisaje que sintió que esa es una tierra anciana, es una tierra que se mueve como gato sigiloso mirando desdeñoso mi cariño, es una tierra reacia a un amor fácil y superficial, esta tierra pide todo nuestro ser para ser andada y su viento sutil rosa la arena levantando una briza de granos dorados que se llenan de brillos con el sol del ocaso, se sintió ahí ese día sin pasado, sin futuro, cada paso era suyo y macado por su deseo cada paso era de Ella la joven libre y enseñoreada, que se adueña de su presente, se sintió enamorada de las dunas, del sol, de ese ocaso y de Ella misma, y lloro de dicha, a pesar de estar perdida, pero sintiéndose tan dueña de su presente.
Ella sabe que al llegar a Merzouga lo que encontrará será un pequeñísimo poblado amurallado, donde piensa encontrar refugio unos días y después quiere partir a Rissani, pero las cosas no sucedieron como ella lo había planeado, al llegar al pequeño pueblo de Merzouga se percató de que era día de mercado, ella se vio envuelta de pronto por una oleada de comerciantes y ella formo parte de ese tumulto, acompañados de camellos, caballos y burros, algunos con bicicletas y los menos con algún transporte motorizado que debieron dejar fuera de la medina. Todos los seres vivos y ella se dirigen a la plaza principal por pequeñas callecitas que forjaban una inquirida ruta, al llegar al mercado, encontró docenas de camellos con sus cargas amarradas aun a la jorobas echados en el centro de la plaza, los animales gallardamente levantaban sus largos y fuertes cuellos, pensó “se ven tan orgullosos” rumian haciendo esos gruñidos que contribuyen a la excitación propia del mercado, junto a cada animal su dueño negociando las mercancías y sus precios, hombres ataviados con turbantes negros y atuendos elegantes e impenetrables, las mujeres se mueven en el mercado en grupos, algunas traen la cara descubierta mostrando sus joyas y los ojos pintados, las más jóvenes se conducen con esa timidez y coquetería de quien busca pareja mirando con ojos jóvenes, brillantes y bajando la cabeza, las mujeres mayores tienen aire ejecutivo que les da el valor de ser quienes administran la vida, los dátiles hacen montañas escurriendo miel, en otra sección del mercado las montañas de granos trigo, maíz y otros cereales recuerdan las dunas, los granos son levantados por los comerciantes con vasijas de colores y los dejan caer mientras gritan a grandes voces las cualidades de sus mercancías, los coloridos puestos con condimentos la fascinaron solo los había visto en la cocina y en cantidades pequeñas, los olores la llenaron de recuerdos que resonaron en su paladar haciéndola saliva. En ese momento se preguntó si valdría la pena tanto esfuerzo por ir a lo desconocido la imagen esperanzada de la abuela se diluía frente a la cotidiana rutina en el primoroso palacete, y la compañía ausente y presente de los poetas, se sintió tonta se sintió perdida y se preguntó si valía la pena esta sensación de extravió que la invadió desconsolándola y sus dedos aflojaron su fuerza y soltó el bulto de los Poetas donde traía su tintero y su vestido dorado, sus poemas y su esperanza y mientras recogía sus haberes, hincada en la tierra y rescatando de entre las patas de los burros sus tesoros se sintió desamparada y sola, volvieron a entrar en su nariz las pimientas y los azahares y caminó hacia ellos andando como si tuviera un propósito, guiada por la evocación de su abuela Ojo de Gato, vio tantos colores, sintió el aire lleno de aromas y mientras aspiraba estos perfumes giró sus cabeza, miró los puestos de telas alegres que se movían con el viento, moviendo visos brillantes y dejando en el aire hondas jubilosas y que hacen gran contraste con las construcciones de adobe serenas y ancianas, fue entonces que se percató de que el pueblo entero es del mismo color, es canela suave que recuerda una piel tostada por el sol, Ella camina y va recobrando el sentido en la medida, en que mira fascinada este gentío que se entreteje haciendo una trama con sus voces e intereses, se detiene frente a un comerciante que tiene en la mano un cucharón de madera lo mete en una gran cazuela de barro y saca un líquido blanco mientras a voz en cuello describe las virtudes de este potingue, lo vierte de nuevo haciendo un largo chorro que chisporrotea mientras anuncia que esta exquisitez, enlistando los ingredientes y sus cualidades …hecha de la más fresca leche de cabra y trigo, endulzada con miel, que refresca y alimenta, ¡este es, el manjar de Merzouga, elixir hecho solamente con los granos más maduros y más tiernos, endulzado con la miel de los panales que rodean a las palmeras de dátiles!,,, las palabras de este hombre impecable, con turbante blanco y piel muy oscura casi negra, con los ojos más bellos que hubiera visto en su vida, le perecieron poesía, las decía casi cantando, como una rima que perdía a las palabras, para hacerse simplemente un trino, observó cómo otros clientes pedían su mercancía, cómo pagaban y cómo recibían una jícara con el elixir anunciado, lo llevaban a sus labios encuclillándose alrededor del vendedor, Ella no ha comprado nunca nada, metió su mano al bulto con sus dedos tentó las monedas, eligió una, extendió su mano pidió una jícara, la recibió y levantó con una mano el lienzo que le cubría media cara y con la otra pegó la jícara a sus labios para sorber y mientras dejaba que esa agua de vida la refrescara, miró plácidamente a la gente del mercado, así enculilladla junto a los otros, y sorbiendo poco a poco esa libertad, y así igual, en dosis pequeñas le fue creciendo la alegría en el pecho, descubrió puestos con fruta y decidió abastecerse con cautela, observó a los compradores sus gestos y modos y a los vendedores y sus desplantes y súplicas, aun sintiéndose ajena formó parte de ese tejido, compró carne seca y una larga cuerda de higos secos que se la puso de collar dándose tres vueltas al cuello, mientras se relajaba y observaba sintió la mirada de una anciana, encontró sus viejos ojos y Ella, rememorando la confianza que las ancianas le hacen sentir, le preguntó, si podría alojarla unos días en su casa, la mujer sonrió tanto que los ojos se le arrugaron como estrellas, Ella cargó los bultos que traía la anciana quien le indicó que se llama Gala, siguiendo los pasos viejos y cortos de esta pequeñísima mujer la observaba hacer sus compras disfrutó de esos nuevos ritos del comercio, sus regateos su ley, sus saludos y despedidas, la vio comprar algunos granos y condimentos, algunas verduras y de algunos de los pequeños burros compro leña, la siguió sintiendo como disminuía el ímpetu de ese paso lento y pequeño que las viejas solemos tener, un paso que pretendía ser constante y fuerte, hicieron ese camino acotado por casas encaramadas unas sobre otras, casas ventanas y puertas entretejidas, con su adobe centenario lamido por miles de tormentas de arena que han lijado los muros dejándolos tersos y redondos, las calles se van estrechando en la medida que caminan, al principio al encontrar camellos con carga simplemente cada cual se orillaban, pero ahora ni con los burritos cargados pueden compartir la calle, hay que refugiarse en el quicio de las puertas o regresar hasta la zona donde la calle se ensancha, los que van al mercado tienen preferencia y más en ese momento ya que a las doce del día deben retirarse todos los comerciantes y ya el calor y la luz no da tregua, las ultimas calles son angostas como el pasillo de una casa, y finalmente después de tres puertas dos patios y tres tramos de escaleras, llegaron la humilde casita, tal vez la más chiquita de Merzouga, pero por estar alta desde las celosías Ella se asoma y puede ver el pueblo, la plaza con su mercado jubiloso y mas allá a lo lejos la ruta que pretende seguir en unos días.
La paciente llega desalineada, despeinada, en pantuflas, entra arrastrando su pesar esta tan triste y saluda apenas, se recuesta y después de largos minutos en silencio, dice lastimosamente …doctora perdóneme he faltado tanto, pero no me sale nada como yo lo he planeado, hace meses que dejé de venir, y como usted me dijo mi vida ha cambiado tanto, me advirtió sobre mi hijo él que está en la secundaria ¿se acuerda? él ya no quiere ir a la escuela, porque la novia lo cortó y los otros muchachos se burlan de él, al que se le aparecía Cristo y que dice que Cristo le hablo, diciéndole que debe ayudar a su novia, ¿se acuerda de él? no sé qué hacer con él, se ha puesto aretes en las orejas, en la nariz y ahora dice que las voces le dicen que debe ponerse un arete en la lengua, reza mucho y camina todo el día, se desaparece horas, bueno yo sé que usted sabe todo eso, lo que sucede es que ahora ya no lo soporto, no sé qué hacer,,, Ella piensa esta paciente no debe estar en diván en este momento y le dice, …te pido que te sientes, lo que está sucediendo en tu vida, en la de tu hijo y tu familia necesita de toda tu atención, y tu fuerza,,, la paciente se incorpora, y se siente acompañada de otro modo, como si esa alianza hubiera cobrado una robustez que la asombra y la conforta, Ella le aclara …cuando hayamos atendido esta emergencia podemos regresar a el análisis ¿estás de acuerdo?,,, la paciente asiente y dedican varias sesiones a entrar en el laberinto de esta crisis, la paciente se horroriza y se deslumbra, se conmueve y se desespera, la rabia y el odio la consumían, aprendió de su familia y del mundo que todos llevamos dentro y volvió a su análisis sabiendo que este problema es para siempre, que hay que atenderlo y no contribuir a que crezca y sobre todo volvió al análisis para preguntarse y tratar de descubrir cómo ha participado ella en la construcción de esa psicosis que padece su hijo y se pregunta cómo no atizar para que nuevas crisis aparezcan y va descubriendo como ella reclama la locura en la cabeza del otro ...¿qué fue lo que hice, para que mi hijo enloqueciera?, ¡yo quería nietos y hacerle una boda y que estudiara, incluso que me protegiera!, hay doctora pero se lo dije desde chiquito, que era una decepción, que era un bueno para nada, que seguro no iba a hacer nada con su vida,,, Ella le dice …y le cumplió todos sus deseos,,, …Bueno no es que yo se lo deseara, es que se le veía, era un inútil, todo con este niño se veía que iba al fracaso y yo se lo decía todos los días pero nada lo hacía cambiar, además él hacia una mancuerna con mi madre para molestarme, eso sí, si yo decía algo ellos se dedicaban a contrariarme, verdad que estaba mal, pero claro como mi mamá paga todo pues yo tengo que aguantarme, y eso si cuando lo llevaba a la escuela le decía todo de que yo me daba cuenta de lo que estaban haciendo y que no lo iba a permitir,,, …Los niñitos que son convertidos en campo de batalla de los adultos absorben todo el horror del odio y la rivalidad,,, …Entonces usted cree que yo hice esto, porque fíjese, yo sólo le decía que no iba a permitir que él se convirtiera en hijo de mi madre y contra mí y que era malo y mentiroso, que seguro no iba a hace nada con su vida,,,


Rissani la antigua capital económica de Marruecos y la primera ciudad imperial del país: Su gran mercado llamado zoco se extiende bajo sus portales rojos, el Kasbah que es la palaciega casa amurallada donde el líder local habita , tiene adheridos a los imponentes muros externos un complejo y acogedor Ksours que es un enjambre de cavidades pequeñas de adobe, que en la antigüedad eran utilizadas como graneros, pero ahora son habitaciones que son ocupadas fundamentalmente por personas ancianas, Ella tiene la convicción de que en ese lugar barroco y acogedor encontrara refugio para reponer sus fuerzas, y si así fue y fue también ahí donde releyó algunos poemas que la alivian, y escribe algunos que nombran lo imposible de su tránsito, evocando, la meta su abuela, en palabras que no la designan, porque son como patria, como lenguaje, como Guanajuato, como risas en la cocina y esas palabras alimentadas de paisajes interiores y a su paso y se convierten en brújula, y se hacen ruta sabia y cierta, y hacen un oasis en su alma aunque sea el tiempo suficiente para manar un suspiro, mientras se alivia sabe que deberá cruzar el valle de DRAA. Sin embargo, en ese aparente remanso, acontecieron desconcertantes sucesos, la pequeña casa de adobe es fresca, la luz tiene colores dorados entra por sus ventanas enmarcadas en madera de los mismos tonos del barro, las dos mujeres descargaron sus bultos y separaron la compra, habiendo lavado la verdura, la fruta, habiendo guardado las espacias, cocinaron y comieron, mirándose de reojo, al terminar solamente se dedicaron a conversar, se relajaron y se rieron de su encuentro y se alegraron de estarse acompañando, Gala pensaba que sería bueno que Ella se quedara un tiempo era una niña trabajadora y buena, la observaba cuando sacaba de su bulto papeles, la miraba leer siguiendo el movimiento de los ojos de la niña , lo hacía más rápido que nadie y no se distraía, Gala no sabe leer, y la admira, nunca había estado tan cerca de una mujer que supiera leer, incluso la vio escribir palabras que aspiraban a un poema, la niña miraba el aire buscando nuevas imágenes y cuando las encontraba se precipitaban en esa cascada de tinta, la noche se vino tibia y casi sin cubrirse se durmieron con la briza suave y tibia, al día siguiente acarrearon agua y Ella se pudo bañar a jicarazos dejándose ver desnuda sin pudor como lo hizo tantas veces frente a las otras niñas, Gala se atrevía a mirarla admirando su cuerpo aun lampiño. Pasados dos días, un grupo de hombres y mujeres aparecieron en la pequeña casa, con gritos se anunciaron …somos El Cortejo De La Purificación,,, y reclamando a esa niña que debía ser entregada para la purificación, la anciana Gala, había escuchado que estos grupos clandestinos eran muy agresivos y aun así se interpuso, después de una álgida discusión, acordó con ellos que la niña sería testigo en la ceremonia que ellos realizaría el sábado y que irían a su encuentro, resoplando se salieron de la casa recordando desde fuera amenazantemente, que estarían esperándolas, Gala se veía estremecida , vieja, amenazada, en ese estado y con ese nuevo ingrediente, la amenaza, la conversación entre estas dos mujeres se transformó, aquel clima acogedor y amable se volvió inquisitorial, intromicivo, Gala habló como si hubiera olvidado todo lo que Ella le había narrado, y cargada de miedo, inició su ansioso interrogatorio …¿De dónde vienes?, y ¿qué hacías ahí?, ¿esos hombres que entraban por la puerta azul te tocaron?, ¿qué hacían las otras niñas?, ¿por qué andas sola?,,, una tras otras las interrogantes abrieron heridas y como alcohol las recorrieron con lagrimas, con horror, el pavor fue revivido y el miedo, fue contundente el cuestionamiento a su relación con los poetas, y finalmente el episodio que la apena, el que le dio la fuerza para huir, donde ella fue tomada, sometida, donde su cuerpo recordaba eventos que la desorganizaban y que la cimbraron hasta el límite de su tolerancia. Transita por el juicio que escudriña, su vida, y en esta inquisición se llegó el sábado y dócil fue siguiendo los ancianos pasos de Gala, por las callecitas hasta una casa y hasta un cuarto grande donde muchas niñas con sus cabezas cubiertas, de pie y con ojos de espanto, acomodadas en una gran rueda, alrededor de una mesa esperaban, las mujeres adultas serias y tapándose la boca con las manos dicen algo indescifrable, de pronto dos hombres y tres mujeres entraron con paso firme y miraron a la anciana Gala, que les anunció con una voz firme …es inútil es ya impura, no hay nada que hacer,,, los ojos de los hombres se desorbitaron y la miraron a los ojos Ella sostuvo la mirada, sin entender que esta era una paradoja, que Gala la estaba protegiendo lo mejor que podía, dejaron de mirarla y uno de los hombres caminó y eligió a una niña que traía una vestido verde pálido, a la que le decían …es para purificarte, para que no te olvides quien eres, es para servir a la palabra escrita, solo así serás suficiente para ser desposada, es para purificarte,,, repitiendo en orden y en desorden estas palabras , la subieron a la mesa, la recostaron suavemente, una mujer tomo con dos dedos la orilla de su vestido y la levantó hasta taparle la cara, la niña sintió pudor, lo bajó con sus manitas y las llevó a su entrepierna tratando de protegerse, tomaron, con fuerza de los brazos y las manos de este cortejo de adultos, dados a la tarea de el rito, sus pequeños bracitos y los abrieron, los detenían de las muñecas con fuerza, las dos mujeres se colocaron una a cada lado de la niña, la tomaron de las rodillas, lentamente las flexionaron pegándoselas al pecho y poniéndose de acuerdo con los ojos las dos mujeres movieron simultáneamente las piernas abriéndolas con desmesura y las sostuvieron así apoyando sus manos en los muslos exponiendo a la vista los genitales de la niña.
Ella había visto muchas veces los cuerpos de las mujeres, incluso en sus partes más íntimas, recostadas y despreocupadas, alguna carcajada relajaba esos cuerpos mostrándose, o en el baño, y desde luego en sus hurtadillas por las ventanitas de las cúpulas, vio que las vulvas eran como frutas, unas eran pequeños como el huesito de un durazno, otras grandes como las alas de una paloma, de colores y formas distintos, rosas o tornasolados en tonos azules, otros del color del barro y de adentro doradas, así negros, rosas, tornasolados húmedos y llenos de holanes, eran exhibidos en el marco del retozo o del erotismo, brutal o lúdico, pero ahora es una niñita, él hombre del turbante negro saca una navaja pequeña, de esas que utilizan para rasurarse los hombres, filo peligroso e irremediable de esa pequeña lámina se acerca y en voz baja casi susurrando dice una oración entrecortada por la respiración agitada, se escuchan exclamaciones y pequeños gritos de las espectadoras, él sigue con sus frases justificando y encontrando en sus palabras, la excusa de lo que hace, se acerca a la niña, una mujer acerca sus manos al sexo de la niña, y abre los labios que tienen el borde negro descubriendo una flor rosada y de húmeda mucosa, acerca la otra mano y abre entonces los otros los dos pequeños pétalos exponiendo en el centro un botón rosado, lo más intimo de ese sexo, las manos de ese hombre se acercan, los gritos se hacen más agudos, toma entre dos dedos ese botoncito, y lo jala levantándolo y con el filo hace un corte, el grito que se escucha llena los oídos y todas las mujeres se tapan la boca, los ojos lloriquean, el grito se escucha escalofriante, el hombre levanta entonces unos centímetros el clítoris ya desprendido, y aun unido al cuerpo por un delgado pellejito, y la navaja baja de nuevo tomando los pétalos pequeños y cortándolos, uno y el otro, empalidecen todas, la niña se enmudece levanta la cabeza con una expresión nunca vista, con ojos desorbitados mira el aire, desconoce como nombrar lo que le está pasando, las mujeres lloran lo que la niña con su silencio y su boca abierta quisiera decir, las mujeres que sostienen el cuerpo intentan con sus rezos un coro que silencie, que justifique, aparece en el aire entre las manos hilo y aguja, atraviesan la virgen piel de los labios mayores cerrándolos uno con el otro, dejando solamente una pequeña apertura para la orina y para la menstruación, que vendrá en algunos años. Ahora los ojos de todas las niñas tienen el horror en sus pupilas y repiten la oración más como fantasmas, que como rezos, se han visto a ellas mismas ahí, o se verán, quieren saber de este horror y quieren no saberlo, el hilo y la aguja bajan y suben la sangre se acumula en la mesa y corre entre los tablones goteando al piso, los gritos no tienen ya freno, una niña que está parada junto a Ella, le toca la mano, se apoya pareciera que se va a desvanecer, Ella la sostiene, siente su piel muy caliente, la niña le susurra al oído, …a mi me lo hicieron hace un mes y aun lloro mucho al orinar, lo tengo caliente, gordo dicen que tengo fiebre, no me quieren llevar a la clínica ,,, salieron de esa casa invadidas por el horror Gala la tomó fuerte de la mano, caminaron rápido, con los ojos a hurtadillas la miraba compadecida, las lagrimas surcaron las caras de las dos mujeres. Al llegar a la casa Ella pedía que le explicara qué era eso nunca vio que trataran a si a una niña, Gala le dijo …hija son terribles esas ideas de la gente, ¡tienes que irte! estos no tienen llenadera, y van a venir por ti, a las niñas les hacen esto porque creen que si no, no las escogen para casarse,,, Ella había visto humillaciones, malos tratos, ofensas, pero nada como esto, y en las frases de Gala se revivifica …Sí tienes que irte pronto, !lastima¡ me hubiera gustado mucho que te quedaras unos meses a vivir conmigo estoy tan sola desde que se fueron mis hijos, pero tienes que ir a buscar a tu abuelita, ya no le cuentes a nadie lo que te ha pasado,,, esa fue la primera vez que escucho que su historia era un peligro para ella misma, pero no tenía otra, sintió con las horas que seguían, que llevaba veneno que debía beber a sorbos todos los días, no decir, así nació una inmensa culpa que empezó a anidar en su corazón, no contar, no explicar quién era, pero si Ella era su historia y no otra cosa, no conocía otra cosa. Empezó a crecer la sensación de ser inapropiada, de estar en falta y no entendía los límites de la culpa, se hizo borroso el límite que le permitía distinguir lo malsano de lo bueno, su lógica se infantilizó, el pavor y su orfandad ahora desnuda de nuevo, la hizo maniquea, la hizo rígida, severa, y cerró su boca, aunque pensó que su abuela si podría con su historia y que le ayudaría a distinguir, o tal vez, pensó, su abuela la aborrecería si conocía su historia, y su ambigüedad hacia ese encuentro la mortificaba. Apenas pasaron unas horas Ella recogió su tinta, sus poemas, todo bien envuelto lo amarró, se enredó su turbante y cuando con sus dedos cerraban el nudo que lo sostenía en su cabeza entraron de nuevo a la casita de Gala los hombres y las mujeres del Cortejo de la Purificación, Gala estaba sentada, tenía el alma agotada, …nos vamos a llevar a la niña para ejemplo y para honrar a la palabra escrita,,, el más alto de los dos hombres sacó de entre sus ropas una cadena y sin dirigirle la palabra siquiera o una mirada a los ojos, rodeó con la cadena el cuello de la niña cerro ese círculo con un candado y dijo anda, Ella salió mansamente, mas por el espanto hacia ese hombre y sus acompañantes, sintió como sus corvas se doblaban, pero se hizo fuerte y avanzó dejando tras de sí la esperanza y doliéndose hondo de su destino.
A pesar de que habían pasado apenas unos días de que se inició la Marcha Verde promovida y organizada por el gobierno marroquí, en realidad había sido diseñada y organizada con muchos meses de anticipación, los ojos y empeños de todos los líderes de las diversas comunidades y regiones marroquíes estaban orientados con gran disciplina en dar soporte fuerza y orden a este movimiento civil y militar convocado por el Rey, pero al movilizarse de estos liderazgos a la frontera con el Sahara, dejaron tras de sí los espacios de poder que administraban y a pesar de pretender dejar las cosas en orden en realidad no sabían cuando volverían y estos espacios sin mando y sin custodia, permitieron que fenómenos oportunistas crecieran, fue así ocupando el vacío de poder de esa pobre región, que el Cortejo de la Pureza se desplazaba disponiendo y haciendo con impunidad y sin mesura su rituales, sin embargo el 14 de noviembre de 1975, las cosas empezaron a cambiar España firma la entrega de la administración del territorio llamado hasta entonces el Sahara Español, entrega una parte de estos territorios a Mauritania y otra parte a Marruecos, Estas resoluciones eran una victoria inigualable en la vida de una nación hacerse de un territorio tan extenso como su propio territorio. El Rey Hasan II dispone entonces, fiestas y celebraciones, ordena a la población y a sus líderes regresar a sus territorios, a sus hogares, a sus quehaceres tradicionales, son centenas de miles que regresan añorando su mundo y satisfechos, habiendo cumplido con su patriótico deber entonces esa masa inmensa que llevaba meses en el desierto del Sahara regresa cansada del sacrificio de haber vivido esa toma de tierras, en condiciones precarias pero felices por el triunfo de la diplomacia sobre las armas. EL regreso de los lideres a sus territorios y mandos y las crecientes aspiraciones de otros por ocupar mandar y disponer, significó roses y tensiones, en algunos casos enfrentamientos que costaron incluso vidas, y aunque estos eventos fueron incidentes que no figuran en los anales de la historia Marroquí, si fueron significativos, y enormemente trascendentes para la vida y el futuro de Ella y de las niñas que ya habían sido señaladas, con su cadena en el cuello fue conducida por días en los que su vida fue sometida a torturas para la purificación, sus poemas y textos fueron destruidos y su nombre, que era extraño aquí y en Guanajuato fue objeto de escudriñamientos, les resultaba insoportable a los turbantes negros que Ella tuviera un nombre que no evocara más que su condición femenina, un nombre que, implícitamente, los obliga a mantener la distancia de aquellos que la nombran, Ella, ese nombre los remitía a una jerarquía, a un saber implícito, de lo innombrable de esa niña de esa, ahora joven mujer, por eso y por la milenaria misoginia que nutria sus supuestos y se satisfacía sádicamente mortificando ese cuerpo bello herido y desamparado, la maltrataron, la violaron y nada ni los golpes, ni la denigración, ni la ridiculización de su nombre logró socavar las palabras de su abuela “!eso le está sucediendo a tu cuerpo, no a ti, tú puedes con el dolor, porque eres mi tesoro, el dolor no te domina tú eres más grande!” apoyada en ese remedio amoroso, se sostenía y de pronto vino su memoria, algo que no recordaba pero ya sabía. sobre su nombre, algo. que supo siempre, porque su abuela se lo contó, que cuando su madre la estaba pariendo era uno de esos momentos en que estaba bien, eufórica, cuerda, y cuando nació, así apenas nacida, aun al cordón metido en el vientre del que salía, su madre dijo como un reclamo muy sentido …esta hijita mía, se va a llamar Ella, para que nadie la confunda conmigo, para protegerla de mí,,, a veces las personas conocen lo peor de sí mismos y tratan de salvar a sus hijos de no heredar, de no hacerlos sufrir lo inevitable, ese nombre representaba lo mejor de su madre, la distancia necesaria para reconocerse a sí misma, diferente aunque sola, salvada aunque perdida, cuerda aunque horrorizada con la realidad, es un nombre que la levanta, la sostiene a salvo de la cercana locura.
Los procesos político militares que habían potenciado su salida, a Ella le resultaban invisibles, aunque ya era pasado, el hecho de que España hubiera desplegado en el Sahara tropa suficiente para ganar esa guerra, y que los soldados estuvieran crédulos, incluso entusiasmados, y también los mandos, ya veían sus estrellas relucir. La realidad es que esto fue una expresión más de la rivalidad con Marruecos, esa rivalidad es consustancial a la identidad de esos pueblos, y que está siempre vigente en la cabeza de todos y se cuela por los intersticios del lenguaje en los más prudentes, y hace muecas en las caras de los más primitivos, España distribuyó estratégicamente en el desierto entonces llamado Saharaui, las Tropas Nómadas, La Guarnición, los Dos Tercios Saharianos, la Policía Territorial, haciendo un despliegue de profundidad, dispuestos en tres agrupaciones a saber: Lince, Gacela y Chacal, siendo Lince la principal desplegada en Ciribuya en las inmediaciones de Iayun, esta era la plana mayor y el mando del Tercer Tercio con el Comandante Fonseca al frente, con la octava bandera de la Legión un grupo ligero de caballería, unidades de artillería, la Lince, contaban con una fuerza grane robustecida por unidades de helicópteros. Era impensable que esta misión fracasara, sin embargo, hacia más de un año que, ante los primeros indicios de la decadencia del franquismo, el Rey Hasan y su equipo de analistas políticos había llegado a nuevas conclusiones sobre las maniobras a seguir para conseguir satisfacer sus demandas sobre los territorios del Sahara, este análisis permitió el diseño de estrategias contando con que España tenía varios puntos débiles, el primero y el más importante el desprecio por Marruecos y la inteligencia de su gente y de su gobierno, ni la diplomacia española, representada por su embajador, ni su rico gobierno, ni la inteligencia militar española, entonces considerada una fuerza principal en el mundo, se percataron, y pasaron por alto los planes del Rey, a pesar de que seis meses antes de la incursión fueron nombrados y descritos en la prensa marroquí, todos estos indicios pasaron inadvertidos y también los procesos de organización de La Marcha Verde. El otro punto débil de España, era algo frecuente en todas las dictaduras, la España de Franco, no tenia diseñada la transición, es decir era impensable España sin Franco, y cualquier diseño que apuntara en este sentido era vivido como traición de Estado, así es la omnipotencia que invade y toma la psicología de los dictadores y sus equipos de aduladores, y a todos los encontraron con los dedos en la puerta, aunque ningún régimen de democracias nacientes, ni las mismas monarquías se salvan de los escabrosos tránsitos, y la debilidad implícita en el cambio de mandos, Ella ahora, estudiando aquel tiempo, sabe que así le sucede también a sus pacientes y a todo aquel que pretenda realmente cambiar su vida, hay un momento en el procedimiento psicoanalítico en que experimentan un tránsito entre la vieja identidad, construida en la infancia, llena de compromisos, de adeudos, obligaciones y encargos, formulados a un ser dependiente e inmaduro que fueron suscritos, bajo coacción, así es la infancia, tiene un clima necesariamente dictatorial, tiránico que los tiene comprometidos con códigos, horarios jerarquías, identidades, y tareas, que el sujeto romperá como Moisés las tablas de la ley, para reinventar su relación con la ética, con la estética con el amor y el erotismo, esta ruptura necesariamente lo inscribe en el tránsito entre lo conocido y el nuevo aparente vacio, en que se preguntan por su identidad, por sus metas, Ella conoce muy bien, que ese delicado paso reclama toda su atención, ese es el momento de grandes definiciones, en que el temor al cambio o alguna falla en el procedimiento, hacen que se claudique frente al vacio, hay aprender a tolerarlo, hay que saber renunciar a los acuerdos, hay que aprender a vivir sin certezas.
El Rey Hasan analiza con su cuerpo de ministros, evalúan desde todos los ángulos, la geopolítica las rutas comerciales que dependen de la estabilidad de su reino, y concluyen que, cuentan con factores que favorecen su demanda sobre el Sahara, una Guerra entre España y Marruecos, resultara sin duda una amenaza para la estabilidad de Europa, de todos los países del mediterráneo, y desde luego, para la comunidad Árabe, conseguir la retirada del ejército español, lograrlo presionando con estrategias civiles y diplomáticas, y como fondo la amenaza del ejército marroquí, esa estrategia unida a el hecho de que España está envuelta en la conmoción que produce la agonía del Generalísimo, y ávidos los sectores políticos, que han sido ahogados por esta dictadura, y no únicamente la izquierda, también el ejercicio y la monarquía se había visto comprometidos a acompañar posturas y decisiones inaceptables, y sumado a estos también los grupos de derecha que no contaban con el beneplácito de Franco, todos ensanchaban sus expectativas frente al inminente fin del periodo franquista, y la aspiración era no desgastarse en un conflicto internacional, donde no tenían nada que ganar, ahora, tocaba que todos los españoles se avocaran a la redefinición de su estatus político y del proyecto de país al que aspiraban, de modo que convinieron que, no hubiera una guerra inútil cuyo único colofón seria la inevitable retirada de España, el 21 de octubre el Gobierno español instruye el Ministro del Movimiento José Solís viajar a Marruecos con el encargo secreto de conseguir que Su Majestad el Rey Hasan II, desista de los preparativos de la Marcha Verde, si esto no fuera posible, conseguir que la Marcha Verde se adentre tan solo unos quilómetros en los territorios del Sahara, sin llegar a las posiciones del ejército español, y si eso tampoco fuera posible, entonces, que acepte aplazar la Marcha Verde para dar tiempo a celebrar negociaciones y alcanzar un acuerdo, en esos momentos España está en una posición muy delicada, lo sabe el Ministro español y lo sabe el Rey Hasan, las debilidades del rival son las fortalezas propias, con Franco a punto de morir la situación en España es extremadamente delicada, volátil, el Rey Hasan acepta enviar sus emisarios, con la consigna “O devolución de los territorios o marcha”, la amenaza de una guerra colonial sigue presente, en Marruecos el primer contingente de La Marcha Verde está listo para entrar al Sahara, se multiplican las apariciones públicas del Rey Hasan alentando a su pueblo, y son noticia permanente de primeras planas, reportajes que mucho engrandecieron en la cabeza de los marroquíes la imagen de su monarquía y la solidez de su gobierno. Son cientos de Miles de marroquíes que recorren el país de norte a sur imbuidos de un espíritu patriótico y nacionalista, para fortalecer la Marcha Verde, mientras tanto los españoles, viendose acosados, implantan el toque de queda en el Sahara, previniendo nuevos hostigamientos, tanto de Marruecos como del Frente Polisario, grupo independentista respaldado por Argelia. El gobierno español se vive escindido, por un lado ante la ONU su discurso es combativo y sostiene su derecho a mantener su ejército y gobierno en los territorios del Sahara, y en contraste, en sus negociaciones secretas España aparecía dispuesta, a pagar cualquier precio, para llegar a un acuerdo con el Rey de Marruecos, sacando a sus tropas con el máximo de dignidad y el mínimo de muertos, es entonces que el joven Príncipe de España Juan Carlos, viaja al Sahara a los territorios donde esta apostado el ejército Español pasa revista a su tropas, de manera personal y solida reforzando su liderazgo y haciendo el compromiso de que verá por el honor del ejército Español. Argelia por su lado le formula a España un ultimátum en relación a la independencia del Sahara, y este nuevo factor incrementa la tensión, y España decide iniciar la evacuación de la población civil española, Mujeres hombres niños con todas sus pertenencias, abandonan sus empresas, sus hogares y se embarcan, en el Atlántico se escuchan los poderosos silbatos de los barcos, el oleaje golpeando los puertos, las maletas se apilan y las lágrimas se reúnen el mismo día del toque de queda.
En el desierto, siendo el fin del otoño, La Marcha Verde formada por una multitud tan grande que no se alcanza a ver su fin, encabezados por un despliegue de mujeres, dejan tras de sí la última ciudad y ponen sus pies, cuatrocientos cincuenta mil marroquíes, sobre las arenas del Sahara, banderas y vítores los acompañan, y con el Corán en la mano como única arma, ingresan con un orden y entusiasmo que hacen estremecer a los testigos, ante este movimiento pacífico, el ejército español arría las banderas de sus puestos más lejanos y abandonan las posiciones, con la convicción aun de que entraran en guerra, la Marcha Verde traspasa las alambradas que marcan la frontera y avanzan, la posición diplomática del gobierno marroquí se fortalece, y se endurece exigiendo la sesión de los territorios , exponiendo a su población civil y advirtiendo que una confrontación militar tendrá como saldo treinta mil civiles muertos, las negociaciones diplomáticas alcanzan su más alto nivel de tensión cuando Rabat advierte que si el ejército español ataca a la población civil el rey Hasan se verá obligado a desplegar su ejército e iniciar una incursión militar. Ella ahora peinando canas, camina por marruecos, mesuradamente analiza aquél tiempo político, tratando de descifrar cómo esas tensiones políticas y esos inmensos movimientos migratorios, influyeron en su vida, y de pronto se recuerda a sí misma como paciente, tirada en el diván hablando sobre la amnesia que envuelve su infancia, perdida bajo candados y promesas, bajo acuerdos para ser amada, si olvidas perteneces a Guanajuato, a San Miguel Allende, perteneces a esta casa, y esa fuente es tu sonido, y esa cocina tu concha tu protección, si olvidas eres Ella la que mamá protegió de la locura, si recuerdas nadie sabe qué será de ti, ahí sobre su diván se atrevió a meterse los dedos en el ombligo y lo abrió haciendo un gran boquete, para poder meter sus dos manos en sus tripas, y escarbar, dejando escapar el miedo, el espanto aun sin saber a dónde va, a Ella no la acompañan ni vítores ni de una guía clara, solo buscaba encontrarse a sí misma debajo de sus síntomas, su tics, su caspa, su castidad que más era una castración que cualquier impulso virtuoso, su aislamiento, y sobre todo resolver las preguntas siempre ¿quién está bajo mi piel?, ¿cuántas mujeres albergo?, ¿cuántas esas Ellas soy yo?, supo entonces que ése es el procedimiento, así y solo así, podría hacer salir el sol, soportando las tripas al aire, desatar todos los acuerdos, hechos con su madre ese nefasto día que llegó al aeropuerto de Barajas, como niña y a lo lejos miró a su madre llevarse a la boca el dedo índice, diciendo que no contara nada, ahora siente que está lista para dejar el acuerdo del silencio, para reencontrarse, para redefinirse, así igual que España con el Sahara, dejar acuerdos para poder pensarse a sí misma, para redelinearse, y descubrir sus bajos fondos, sabiendo claramente que este terrible paso oscuro y desasosegante, es el único acceso a una lógica distinta y que le incluirá colores nuevos al arcoíris, pero por lo pronto ahora tiene que soportar sentirse abandonada, desierta de certezas, adicta al silencio, marginal y sola.
Más de un millón de pies conforman La Marcha Verde y se detienen, en la posición exacta en que inician los territorios sembrados de minas por el ejército español, extienden enormes tiendas, y forman e inmovilizan miles de camiones, el orden es impecable, los aviones españoles sobrevuelan la zona filmando las formaciones, los campamentos, las zonas de suministros, la vista aérea de estos procesos aparece en la televisión española, los comentaristas no les dan crédito, al pueblo y al gobierno marroquí, asumen que ese orden, esa disciplina, ese despliegue de fuerza, son posibles sólo si han sido asesorados por otros enemigos del pueblo español. En un costado de la zona minada unos y en el opuesto los otros, aguardaron en tensión las largas horas de espera necesarias para que los políticos diseñaran un acuerdo viable para las dos naciones: retirar la Marcha Verde, a cambio, la entrega de los territorios del Sahara al gobierno de Marruecos.
Habiéndose concluido el conflicto y en el marco de estas nuevas definiciones territoriales, los marroquíes mujeres y hombres, tanto viejos, niños, jóvenes, a todos se les ordena que regresen a sus pueblos.
La imagen que fue internacionalmente relevante fueron las fotografías que recorrieron el mundo, donde aparecen las mujeres marroquíes encabezando este enorme movimiento, y sin duda, esto le da un impulso al lugar que ocupan las mujeres en Marruecos. Al regresar a sus pueblos todas estas personas están orgullosas de sus triunfos y sintiendo que ese país es suyo, fue por eso que las cosas cambiarían para Ella, estaba aun con su cadena al cuello, comiendo en el piso, sirviendo de lastre, de estorbo, de impura, de señalada, de nada, ve pasar los días y las horas, se le desdibuja su historia, se empobrece, las heridas, se le pudren, ya no duelen ya matan, y Ella encuentra, aunque no quiera, la voluntad de seguir vivía, la encuentra en cualquier cosa, su abuela la hizo así, el sol pasa por la pequeña ventana del cuarto donde la encierran, la sombra de la retícula por la que pasa a la luz, al depositarse en el piso, hace figuras y al mirarlas distingue una sombra en particular que capta su atención y la lleva de viaje, Ella piensa, parece el perfil de una pieza del ajedrez, sí un caballo, y como los ríos arrastran a su paso lo que encuentran así Ella subida a esa corriente se llena de tableros posiciones, de poetas, de la abuela, de sus destrezas, hasta que un golpe la saca de su encantamiento, lo que se le hace progresivamente una idea fija, nace de desear la muerte, desear dejar de sentir dolor, llevar el consejo de la abuela a sus últimas consecuencias, el dolor no soy yo, se le antoja hacerlo posible, levanta los ojos buscando una idea en el aire, y ve en la pared casi llegando al techo del pequeño cuarto, que sale la terminación de una viga, imagina y piensa en pasar por encima de ella la cadena que trae el cuello, esa cadena que la somete y que la humilla, que garantiza su esclavitud, desea que con sus eslabones y con su fuerza sea ella misma quien la libere, Afuera de esas cuatro paredes, el mundo seguía transformándose y el arribo de los hombres y mujeres a los pueblos era progresivo, todos llegaron a sus casas llenos de entusiasmo, en particular a la Casa de Gala, sin embargo al llegar sus hijas e hijos alertados por la voz angustiada y fuerte de esta anciana, quien narro los horrores amenazas y el secuestro de la niña, de inmediato se dieron a la tarea de buscar a Ella, investigando, interrogando y llevando sus pasos tan firmes como en la Marcha Verde, toda la gente ayudaba, el odio y resentimiento que la gente sentía contra el Cortejo de la Pureza, fueron buenos aliados, en pocos días los ubicaron, esta pequeña tropa dirigida por Abdul el hijo mayor de Gala y acompañados de toda la autoridad, del valor y heroísmo, planearon el abordaje a la casa, que no se nos escape ninguno, todas las salidas todas las ventanas y los pertrechos y las previsiones, Ella se sube en unas cestas que bailan mientras sus pies sangrantes y tembeleques se apoyan en ellas, con dificultad y con la poca fuerza de que dispone lanza la punta de la cadena y que pasa apenas sobre la viga ella recibe el extremo y lo ata a su cuello, la cesta se empiezan a deshacer por su peso y aunque las canastas no le dieron gran altura son suficientes para sostenerla, cuando termina los amarres, se cuelga pateando las cestas que ruedan por el piso separadas, una rueda y el sol la ilumina por dentro las otras quedan oscuras en su interior y una en particular deformada por el peso que sobre ella se ejerció, y ahí quedan como únicos testigos de la búsqueda de libertad, sus pies bailan en el aire, dando cuenta de la lucha entre la vida y la asfixia que hace dolor en el cuerpo y mortifica el cuello, siente como se jala su piel, como se entierra la cadena, quiere que eso termine ya, y no termina hace un esfuerzo y intenta tomar un poco de aire, se enoja con sigo misma, por resistirse, y ahora se entrega plácidamente al sueño, a la ilusión de no estar ahí.

Abdul da la orden y formando una cascada incursionan en la casa por todas sus aperturas sorprenden a los turbantes negros y los someten, abren todas las puertas y es en la última que Ella se balancea colgando de la cadena y aun sus pies dan cuenta del horror que está viviendo Abdul cruza el espacio rápidamente y la abrasa con un brazo levantándola y estira el otro tratando de aflojar la cadena que se ha apretado fuertemente en el cuello, Ella toma aire aun sin desearlo, y aunque ya se ve morada se restituye su respiración, entonces Ella misma sube sus manos y con sus deditos intenta aflojar aun más el acero que la atrapa, Abdul pide ayuda a gritos entran sus hermanos y así entre los cuatro, destraban la cadena de la viga aunque no la pueden zafar del cuello por el candado que la retiene, unos salen y con la gente, llevan a los turbantes negros retenidos, y a Ella y a las otras niñas cautivas que estaban sufriendo el maltrato y degradación que constituían esos ritos, mortificantes, los miembros del Cortejo de la Pureza se resistieron con fuerza y con argumentos, pero de cualquier manera, fueron a dar con sus huesos a la cárcel, y las niñas devueltas a sus familias, Ella, la más vejada, hubo que curarla y reconfortarla, Gala fue su consuelo y fue en ese momento su abuela, Gala fue los abrazos y la delicadeza necesaria para que cada herida sanara, Gala le pidió perdón por la humanidad que la había abandonado, y Ella le creyó, porque en las peores horas era ese cariño de las abuelas el que le permitía respirar.
El paciente habla conmovido de sentirse en el centro del vacío, le dice …doctora no quería venir, siento que no tengo nada que buscar, y sin embargo vengo porque tengo todo que buscar, me siento tan perdido, imagínese doctora, ayer en la tarde estaba con mis hijos, ellos estaban jugando en el piso con unos carritos de tracción y elegían el carrito con el que jugarían por el color, y de pronto Rodrigo me preguntó, -¿papá cuál es tu color predilecto?- y sabe doctora, ya no sé ni cual color es mi color predilecto,,, el paciente llora dolido sentidamente, y entrecortadamente dice …, me adentro en mi y no sé que quiero hacer con mi vida,,, Ella le dice parece que es muy difícil soportar no saber quién es uno, y qué es lo que se quiere, por eso Rodrigo pide que tú le digas cual es su color predilecto, ¿Crees que puedes aguantar esas preguntas, hasta que las respuestas vengan de un lugar más allá de la desesperación?
Ella Pudo recuperarse de sus heridas, y pudo poco a poco, moverse y acarrear agua, apoyar en algunas labores de la casa, Gala se alegraba con cada progreso, y sus hijas en particular Alambra, que tiene unos inmensos ojos negros peluditos y alegres con unas preciosas cejas hacen marcos perfectos para resaltar su belleza, conversa con Ella largas horas conociéndose una a la otra, y una tarde de Enero, se escucharon las carcajadas de las dos muchachas, y fueron tan sonoras que a todos los que estaban en la casa les sacaron de menos una sonrisa. Ese fue el principio de un camino nuevo.
El gobierno marroquí, habiendo ganado tanto en el ámbito político como militar y diplomático, cuidaba cualquier asunto que pudiera significar un incidente internacional, que cuestionarse su logros, así que la noticia de esta niña extranjera extraviada, fue escalando hasta convertirse en un asunto de Estado, para entonces Ella ya tenía color en sus mejillas y los ojos se alegraban ante todo, la comida, el sol, la briza, Ella renació en ese tiempo, la muerte y su cercanía, eso hacen que todo se resinifique, que no importe nada sino la vida misma, en el marco de ese resarcimiento aparecieron los hombres del Estado, reclamando la custodia y protección de esa niña, nuevamente a los interrogatorios pero ahora fueron y habiendo tomado los datos generales de identificación que esa niña podía recordar, fueron a hurgar en sus archivos entre aquellas denuncias de niños perdidos en los más viejos archivos muertos aquellos que pertenecían al año de 1966, y después de semanas de escalar la burocrática pila que sepultó a más de un funcionario apareció el papel que daba cuenta de la declaración prestada por los padres, denunciando el extravío de una niña de cinco años, como referencia está escrito que: lleva un bulto, con un pañuelo, un rompecabezas y un vestido de flores amarillas, que responde al nombre de Ella, niña de origen mexicano, Ella se sorprendió muchísimo cuando le presentaron el documento, ahí estaba su nombre y el de sus padres, hace nueve años ella tenía cinco para una niña de esa edad mamá y papá eran eso y no tenia apellidos ni referencias profesionales, pero sí era “Ella” y venia de Guanajuato México, sí de mero San miguel de Allende, era Ella sí, explicó que su abuela vive en Madrid y le dice Yaya o Mamá Grande, con estos datos alertaron al gobierno español, que estaba muy ocupado en rescatar a todos sus ciudadanos residentes en Marruecos en ese tiempo de conflictos políticos, a su vez el gobierno marroquí interesado en que nada se convirtiera en un incidente internacional, fue particularmente diligente en la entrega de la niña.

…¿Así es el fin del análisis Doctora,? siento una gran ligereza, siento que me deshice de tanta basura, le agradezco, han sido años pero ahora soy otro hombre, adiós doctora,,, y Ella le contesta … el trabajo fundamental lo hiciste tú te deseo lo mejor adiós ,,, Ella sabe muy bien como se anda la vida después del análisis cuando es un éxito, cuando puede acompañar a su paciente por los hondos paisajes, porque para hacerlo: Ella bajó descalza y sin contar sus pasos, por lo escarpado y por los hondos paisajes a sus cavernas, el tiempo se le hizo un hilo entrecortado y dejó la lógica para un tiempo mundano, se ensortijó el llanto y peinada así toleró las parvadas de murciélagos que salieron de su interior, por las heridas abiertas le aparecieron narcisos y lilas, y con ellas escucha ahora, al paciente que narra su secreto más toxico, su lamido terror y la burbuja de su desasosiego, lo mira sacudiéndose el llanto, y Ella sabe que su sola compañía parece ser lo necesario para que acontezca la nube de negros insectos.
y puede escuchar el aleteo del las parvadas, el oleaje agitado de negras e invisibles olas, y lo hace porque ama profundamente la libertad que le ha procurado a Ella y, quiere seguirla compartiendo.
Entra el siguiente paciente y dice ,,,buenos días doctora…….
Fin

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