domingo, 14 de marzo de 2010

Capítulo 12.- De Las Fantasía Geográficas Y Las Prendas De Los Poetas

Hubo que hacer muchas copias, acabarse docenas de calamos de caña y dos cuchillos para afilar, litros de tinta, para acercarse apenas a trazos que pudieran ser cercanos a la excelencia, pero aunque había logrado apenas cierta calidad, le dieron una tarea que la retó en su capacidad de concentración y en su responsabilidad. Esto sucedió porque enfermó Batal Iftalaga (El campeón forjador) el copista más relevante y anciano, siendo el mayor a los pocos meces murió, se le entregaron sus trabajos al que le seguía en honor, que se convirtió en el nuevo decano, como cascada las obras fueron trasladadas a las manos de los copistas que jerárquicamente seguían, fue así que aunque Ella no domina aun las destrezas, pensaron en abrir el paso a un nuevo calígrafo para esta escuela y le enviaron, para hacer una copia
El Tratado General de Geografía Marroquí
Cuando recibió la caja enorme de ese trabajo la abrió con la devoción de quien descubre y toca el tabú, no había tenido en sus manos un libro así, de esta calidad y magnificencia, había copiado manuales y pequeños libros que aunque valiosos por la belleza de su poesía, eran desafíos caligráficos que pudo vencer sin sentir que la retaban hasta sus límites, teniendo esta pieza en sus manos, pensó que el tiempo que le quedaba en el día, para hacer su tarea de copista era realmente poco, así que dejó de pasear por la casa, aunque siguió asistiendo a sus tareas obligadas, y le pidió a la mujer de ojos de vaca que le facilitara una mesa y un atril apropiado para sostener esa joya y las inmensas hojas en las que debía trabajar. Fue por eso que la mudaron a una nueva habitación, la que da al jardín de los naranjos, en un piso alto, Ella jamás pensó que ese libro le revelara el poder que ahora tenía en la casa, pero su pasión no estaba en el poder, sino en el hacer, en la escritura, en la lectura, que ahora y gracias a su trabajo le había abierto nuevos horizontes, los cuentos árabes, las historias, la poesía. Han pasado años, aunque Ella siendo todavía niña, y habiendo pasado tanto tiempo rodeada y sola, ha desarrollado la capacidad de disfrutar su soledad, pasa horas a solas leyendo, escribiendo. Copió el enorme y sapientísimo texto, y copio los mapas con tal rigor que era difícil distinguir cuál era el original. Se embelesó en la tarea, por varias razones, una de ellas fue el que en ese libro se le revelaron: la vegetación, los nombres de las ciudades, las protuberancias montañosas, las depresiones y los desiertos, las costas y los oasis los ríos. Cuando le entregaron ese texto para copiarlo, no adivinaron y ella tampoco sabía, las mil preguntas que tenía, sobre este mundo en el que crece y vive, lo primero que hizo, al percatarse de lo que era, fue buscar en esos mapas a Guanajuato, a México, a San miguel Allende y a Madrid, este era su mundo, no encontró nada, pero ya había sentido el dolor de esa perdida, y no lo resintió mas, su pasado se había desdibujado en la proporción exacta en que su vida nueva la había inundado, fue mucho más grande el asombro de las palabras, Marrakech, hidrografía, fronteras, Fes, Zagora, Rabat, ciudad amurallada, Merina, desierto, Tanger. Primero, quería engullir el libro, su voracidad la sacudió de tal manera, que perdió su propósito, buscaba lo que no había y no veía, lo que le ofrecía ese vientre abierto y generoso, se puso freno porque estaba ya perdida en la información ingerida en desorden, no había dormido tres noches en ese afán orgiástico, se propuso poner orden a su tarea, a su ávido ímpetu, ordenó sus papeles, sus instrumentos y empezó por el principio. Luego supo que los libros producen eso y que a todos los amantes de las letras les sucede eso y lo hacen sin pudor.
La paciente lleva años analizando su vida, Ella conoce bien sus Vortex, su Edipo, sus múltiples castraciones, sus fantasmas y la ha acompañado en esa profunda batalla por desentrañar los secretos y develar las contradicciones, por devolverles ojos a sus ciegos y liberarlos de los lazarillos arteros. Conociéndose tanto, ese día, la sorprendió de nuevo, Ella le ha dicho muchas veces a sus colegas, en congresos y conferencias, cuanto ha aprendido de sus pacientes, y esta sesión fue de esas en que navegaron por aguas turbulentas, encallaron en un arrecife despoblado, azotado por huracanes en la noche eterna de un pasado que se descifra mal y pobremente, pero que tiraniza el alma con aguijones y centellas. La paciente le dijo …tuve un sueño, caminaba por la calle llegué a un enorme enrejado, feo, de tubos aburridos y grises, monótonos, atrapantes, encontraba la puerta y entraba, era una unidad habitacional con muchos edificios, los balcones de los edificios con herrerías también grises dejaban ver, que estaban saturados de bebés enrolladlos en cobijas grises, se veían como tamales, caminaba frente a ellos, eran muchos edificios y muchos balcones con cientos de bebes, di vuelta a la izquierda, yo sabía mi camino, entre a un departamento que estaba en un nivel más bajo que el piso, con la convicción de que era mi casa, en la sala vi una mesa redonda, era esa mesa que pintó el Bosco, la mesa que está en el Museo Del Prado, radiando los siete pecados capitales, pero la pintura era nítida, clara, la miré mucho, recuerdo en particular la vanidad, salí por la ruta que había recorrido para entrar, cuando llegué a la reja enorme de barrotes grises, estaba cerrada y afuera en la calle, vi, que había filas de niños vestidos de gris en harapos y descubrí en la fila formados a mis hijos, en particular a uno el de en medio Aniceto y yo le gritaba, lo llamaba, y decía …¡esos niños son míos, son mis hijos,!,,, quería que me dieran a mi hijo. Pero la puerta estaba cerrada, una mujer que era como custodia de los niños, se acercó y me preguntó …¿estás segura que es tu hijo?,,, yo le dije …“sí”,,, con fuerza, con desesperación y ella me dijo …“!estos niños son asesinos, son muy peligrosos, cuídate!,,, y abrió la puerta y me lo entregó,,, La paciente suspira y dice …Ya no me acuerdo de más, este sueño me horrorizó, al mismo tiempo pensé ¿por qué sueño que me asustan mis hijos, que son peligrosos, era como un gueto ¡era horrible!,,, Ella muy pocas veces en su carrera ha trabajado ese tema, solamente con pacientes fronterizos o con pacientes como esta, que llevan mucho tiempo en análisis y que han desconstruido hasta profundidades para otros insondables, que puedan tolerar entrar y conocerse en zonas recónditas y prohibidas para ojos lerdos o ingenuos, prohibidas para procedimientos superficiales, zonas vedadas para aquellos cuyo mundo maniqueo no les permite reconocer y aceptar y particularmente que puedan tolerar, no resolver. Y le dijo …! Cuántos grises! Parece que ahora puedes ver la ambivalencia con mayor nitidez. Lo que hace la claridad aparente, es la anulación de los matices, lo que profundiza en la mira, potencia la descomposición de la figura, como sucedió con el impresionismo, si te alejas ves o crees ver un paisaje, si te acercas ves la complejidad con que se forma el color, la forma, la luz. Parece que pudiste ver de qué está hecha la relación con tus hijos, como todo, es contradictoria y parece, que los malos deseos hacia tus hijos, se acumulan, además parece que es grande el temor a su retaliación, parece que los siete pecados no alcanzan con su nitidez, a descifrar la complejidad del mundo,,, La paciente se quedó callada largo rato, y finalmente dijo …Sé que amo a mis hijos y que les dedico mi vida, mi tiempo, mis dineros y desvelos, mi tiempo sobre todo, que soy una buena madre, pero a veces he pensado que me pesan y me he atrevido a pensar qué sería de mi si no existieran, en particular Aniceto, cómo eso me daría libertad, cómo tendría más recursos para tanto que deseo, sé que a veces me hartan y me dan ganas de “!echarlos por la ventana!”, además es una frase que digo mucho y sí es cierto los malos deseos me dan culpa, pero no me hacen abandonarlos y menos dejar de amarlos, pero que terribles somos, contradictorios, si los amo pero sigue siendo un sueño espeluznante. He podido ver mi ambivalencia hacia mis padres y hermanos, pero nada me aterra tanto, como mi ambivalencia hacia mis hijos,,,

Tener este libro, desear devorarlo, poseerlo, dominarlo, hacerlo suyo, tener a los autores, tener a Marruecos esclarecido, disecado y paradójicamente descubrir que aunque tengas el:
El Tratado General de Geografía Marroquí
¡No tienes nada! Se decía a si misma …estas en esa habitación encerrada, y ciega de tu impotencia de tu atrapa miento,,, pero engañándose así se hizo de los supuestos que necesito unos cuantos años después para reencontrar su pasado perdido.
Hizo ese trabajo, realizó espléndidamente, la copia y ese labor le trajo gran mérito, hubo cambios importantes y nuevos encargos, pero uno que le encantó fue que ahora le permitieron ponerse un turbante, lo había intentado, jugando con una tela de turbante abandonada, que encontró una mañana cruzando uno de los salones que por las tardes o noches le estaban vedados, era un gran turbante blanco que le permitía no solamente hacer el enredo que va sobre la cabeza sino dar varias vueltas relajadas al rededor de su cuello. Fue entonces que la mujer de ojos de vaca, al verla poniéndose ese atributo masculino, la llamó y le dijo …quieres descubrir tu belleza,,, y al concluir las sesión de danza, cuando Ella se disponía a subir a seguir con sus copias, la llamó mientras caminaba agitadamente, la niña la siguió y por primera vez le permitió pasar el umbral del salón donde guardan los atuendos especiales, Ella entró intrigada mirando que las sedas, turbantes pantalones, yelabas y joyería esta exhibidas en grandes vitrinas, todo está montado sobre piezas de madera que permiten ver la forma en que deben ser llevados esos atuendos, y que no se deformen, que preserven sus cadencias, sin embargo la mujer de ojos de vaca, siguió caminando y cruzaron la habitación de las vitrinas, hasta una puerta amarilla rodeada por azulejos cortados finamente formando estrellas en oro y blanco, la mujer posó su mano sobre la manija de la puerta y se volvió a verla diciéndole …este es el -abrió una el recinto dedicado a reservar las verdaderas joyas y le dijo … los poetas te han dejado un regalo,,, extendió las manos y le quitó el turbante, y después la ropa la ropa toda y lentamente fue
entregándole y ayudando a ponerse las ropas de odalisca, que incluían un turbante de seda de gaza brillante, delgada transparente, joyas que le colocó, tanto sobre la cabeza, como las que la rodeaban teniendo su acento particular en la frente con un dije extraordinariamente bello, una cortinita formada por flecos de plata, colocado sobre el velo que cubría su nariz y su boca, resaltando los ojos, el pectoral de cadenas y platoncitos, tintineantes, labrados con figuras finas y repetidas con la misma perfección cientos de veces, que permitía por su ligereza y filigrana que lucieran sus breves senos que apenas habían empezado a levantarse, dejaba el vientre descubierto permitiendo que la frescura de su piel fuera vista en el marco de ese atuendo real, sobre la cadera y las piernas, las cadenitas con racimos de volutas cascabeles, todo ajustaban con perfección, sintiéndose así ataviada, Ella se atrevió a repetir algunos de movimientos que había aprendido, levanto su pie hasta la cintura, tintineo los cascabeles que sostenía en su tobillo y en contrapunto, sacudió la cadera cuyas campanitas producían un tintineo más sonoro, movió las manos como volutas de humo y el vientre como cortina al viento, al ver el asombro en la cara de su espectadora y sintiéndose protegida por la filigrana que la embozaba, improvisó unos pasos jugando, creando y revelando que el propio estilo estaba en germen.
La mujer pensó que a la larga se la arrancaría a Los Poetas, era por eso que la condición que impuso en la negociación fue que le permitieran prepararla en las disciplinas que la hacían valiosa, y ahora oportunista tentando la vanidad de la niña la convidó a ponerse ese atuendo que en realidad debía entregárselo cuando se hubiera hecho mujer, a partir del primer sangrado. Pero Ella mientras se ataviaban, miraba los eslabones y las gemas, las tramas de las cortinillas y las campanillas, y recordaba el texto de los joyeros, donde leyó las descripciones pormenorizadas que hicieron viejos maestros orfebres, sobre las técnicas de trabajo para los distintos metales, el fundido, el laminado y de la forja de los alambres, la conformación uniforme y cuidadosa de las cadenas, los engarces y el cuidado en la colocación de piedras preciosas, las diferencias y códigos, que desde tiempo inmemorial deben respetarse para hacer las joyas, las de las odaliscas, o de las novias para la boda o de las mujeres casadas, o de las núbiles, las joyas de los hombres, y qué méritos deben tener los orfebres qu realizan las joyas para los Sultanes, además recordó los libros de los orfebres de Tiznit que se dedican a realizar la orfebrería para los libros sagrados, y aquellos que describen la realización de la orfebrería de los libros profanos. Y los orfebres tisnit que se han especializado en la orfebrería de las armas finamente trabajadas, cuyo asiento se localiza precisamente en la ciudad de Tiznit al sur de Agadir. Descubrió que los joyeros se distinguen, como los calígrafos, por su perfección y por su creatividad. La mujer de los ojos de vaca, la contemplaba viéndola como una bailarina, y Ella viajaba en los libros que debía copiar esa tarde. Así sucedieron las cosas una pensó que dispondría de la vida de la niña y Ella pretendía disponer de su propia vida.
Las dos eran ambivalentes frente a su propio proyecto y ante al proyecto de la otra, la mujer de ojos de vaca observa curiosa el destino que esta niña se forja y las destrezas que despliega, siente hacia la niña envidia y admiración, al mismo tiempo, aspira a dominarla, a vencer a Los Poetas que han construido una fisura en el poder que ella ha ejercido siempre en su casa, desea imponer el único destino que ella conoce para una huérfana. En cambio Ella siente, por un lado, la inclinación a ceder a esa invitación a lo conocido, a rendirse a la rutina, a la sensualidad, a seguir los pasos de las otras niñas a ser como ellas y al mismo tiempo, conoce el afuera, otros mundos y sus horizontes, sabe evadirse e imaginar el universo, el camino que le devela la complejidad de la vida se lo ofrecen Los Poetas, la literatura, la filosofía, la palabra, y aunque le daba muchísimo miedo, labraba en su cabeza la idea de irse a su país, había transcrito historias que describían escapatorias, aventuras, esas la entusiasmaban, había leído que, de los que se escribe es de aquellos que sorprenden construyendo su destino más allá de las determinaciones. Ella sabe siente que no es como las otras niñas, es diferente porque ha tenido que aprender una lengua que le era ajena, ha descubierto también, su mundo sobrevive a pesar de que todo le dicta un destino, y lo sabe por que cuando juega ajedrez, en su pensamiento Ella lo hace en español, también cuando dibuja, cuando hace trazos y corrige las formas, cuando combina colores, su pensamiento lo hace en el idioma de su familia, no se le puede olvidar porque en su pensamiento a su abuela le habla en español. La ambivalencia es una realidad que no desea evadir ni sepultar.

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